Todos algún momento de nuestras vidas, vivimos situaciones que nos desalientan y nos producen depresión emocional, decaimiento espiritual y en algunos casos hasta enfermedad corporal: la pérdida de un ser querido, la pérdida de trabajo, el fracaso de una relación sentimental, una calumnia, el diagnóstico médico adverso, la dificultad de dejar algún vicio.

En Números 13:32-33 dice: “La tierra que fuimos a explorar es tierra que traga a sus habitantes. Todo el pueblo que vimos en ella son hombres de gran estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de gigantes. Nosotros, a nuestros propios ojos, parecíamos langostas; y así parecíamos a sus ojos”.

El Señor había comisionado a Moisés que enviara espías para recorrer la tierra que Dios les entregaría. Pero al volver la mayoría de los espías trajeron un reporte negativo, “parecíamos como langostas” creyeron de sí mismos, menospreciando la promesa de Dios de que serían fuertes y recibirían una “tierra donde fluye leche y miel.” Esta percepción desalentó a todo el pueblo, por lo que desfallecieron comenzando a murmurar contra el Señor. La consecuencia de no creerle a Dios, fue que aquellos que se quejaron, se quedaron sin habitar en la tierra prometida. Como dice un refrán popular cubano: Camarón que se duerme… sin su sueño se queda.

No debemos vernos a nosotros mismos como incapaces para lograr nuestras metas o las de la comunidad, porque al hacerlo estamos menospreciando los planes y propósitos de Dios. Tener una actitud proactiva y de fe , es lo que el Señor espera de nosotros.

Los razonamientos basados en la incredulidad, por muy lógicos y “razonables” que parezcan, nos llevarán al fracaso, suponer que no hay posibilidades humanamente posibles y naturales de hacer algo, es negar el poder divino y sobrenatural de Dios.

La forma que te ves a ti mismo, es la manera en que vives tu fe. Eres fuerte porque Jesucristo vive en ti, eres capaz porque el Espíritu Santo te capacita y te equipa. Puedes lograr mucho más, porque el favor de Dios te abre la puerta.
Te insto a permanecer con actitud de fe, obediencia y agradecimiento al Señor. Y Él, que hace nuevas todas las cosas, hasta lo “imposible” hará, para que se cumpla en ti su voluntad. Porque Él nos dice: “ Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.” Jeremías 29:11 Dios Habla Hoy (DHH)

Oremos así:
“Padre, hoy me decido a creer que siempre me puedes ayudar a vencer los obstáculos, reales o imaginarios que se ponen en mi camino. Sé que tú tienes planes de bien para mí y contigo venceré los obstáculos y saldré adelante. Con tu poder venceré, con tu palabra avanzaré. Pongo al desaliento y la duda bajo mis pie, porque en el nombre de Jesús se que haré grandes cosas. Amén