En Filipenses 3:13-14 leemos: “Olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”

Has escuchado esta frase?, “Para atrás, ni para tomar impulso”, o la has utilizado en algún momento de tu vida? Personalmente yo la escuche en diferentes circunstancias de parte de personas diversas, inclusive de países diversos.

Hace algún tiempo atrás en un Encuentro de Iglesia, una de las delegadas de ciudadanía panameña mencionó la expresión: “Para atrás, ni para tomar impulso”, inmediatamente dos personas reaccionaron con preguntas más o menos iguales, ¿ah, ustedes también usan ese dicho popular de mi país Colombia? otra participante de origen argentino mencionó, bueno, originalmente esa expresión la acuñó Martin Fierro cuando decía: Pa´lante siempre, pa´tras ni para tomar impulso.

Por un momento la conversación del grupo versó sobre el origen y significado de dicha expresión y cada cual atribuía a dichos de su país e inclusive algún hermano mencionó que creía que era un dicho creado por su abuelo, ya que siempre lo decía con la convicción de ser propio.

Finalmente un adolescente de 12 años, hijo de una de las participantes, preguntó: ¿Acaso esa expresión no es de la Biblia? Mi maestra de Escuela Dominical una vez nos contó que la esposa de Lot se convirtió en estatua de sal por desobedecer y mirar atrás y en otra oportunidad, la misma maestra, nos dijo que Jesús había dicho “El que toma el arado y mira para atrás, no sirve para el Reino”.

Nos quedamos en silencio y humildemente reconocimos que muchas veces tratamos de prescindir de la enseñanza de la palabra y nos parece más moderno y popular enfrascarnos en conversaciones periféricas, tratando de explicar tecnicismos como el origen de las palabras y expresiones, su autoría, llevando muchas veces agua para nuestro molino y no somos capaces de reconocer que la Palabra de Dios, tiene con anterioridad, argumentos para guiar nuestros pasos hacia el conocimiento del propósito de Dios para nuestra Vida. Espontáneamente nos pusimos a cantar el Corito: He decidido seguir a Cristo, He decidido seguir a Cristo, He decidido seguir a Cristo, no vuelvo atrás, no vuelvo atrás..

Oremos: Señor Dios que a lo largo de la vida nos has sacado de la esclavitud a la libertad y nos has entregado en heredad, tierra nueva de liberación, no permitas que el recuerdo de aparentes ventajas del pasado nos impida seguir con el arado. Tu vara y tu cayado nos sigan conduciendo Divino Pastor, por Cristo oramos. Amen